Gracias por esta (tanta) luz, la justa para no eclipsarme; gracias por las sonrisas, la piel de gallina, los latidos resonando hasta en los labios; gracias por los temblores en el corazón, por llenarme los pulmones de vida, por ser, por estar, por no restar abrazos ni latidos pese a la distancia. Gracias por la ilusión de cada día, por estas ganas de vivir que me contagian, por llenarme los ojos de felicidad y ser mi cable a tierra.
Los amo, por sobre todas las cosas, hasta el eter eternamente friendchis!.
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