"Siempre fuiste mi espejo, quiero decir que para verme tenía que mirarte". Aunque nunca me hubiese mirado de la misma manera que te miro a vos. Al final de cuentas, en el juego de los espejos, quién termina siendo reflejo de quién?

martes, 19 de junio de 2012

"...Pero justamente ningún psicoanalista, de cualquier escuela que sea, va a decir que la respuesta del analista al fuego del amor de transferencia deba ser incendiarse él mismo"

lunes, 18 de junio de 2012

“Que la gente tiene encanto solo por sus fobias, eso es lo difícil de entender. El verdadero encanto es ese lado en que se hacen un lío un poco cuando no saben por dónde se andan… no significa que se vienen abajo… por el contrario, son gente que no se viene abajo. Pero si no captas la pequeña raíz o el granito de la locura de alguien no puedes quererle… ah, no puedes quererle. Es ese momento en que está por completo en otro sitio. Pero todos somos un poco dementes. Si no captas el puntito de demencia de alguien, entonces tengo miedo, o por el contrario, me alegro de que el punto de demencia de alguien, sea la fuente de su encanto. Sí”. Gilles Deleuze.                                                                             P.d.: Era verano, tenía muchas pecas, algo colorada por el sol y el cloro de la pileta y sí, me estaba pelando la nariz y la frente, también.

martes, 21 de diciembre de 2010

Una vez mi psicóloga me dijo: “-Lo que no cambia es el motivo, lo que no cambia es la ausencia” a lo que le respondí: “- Sos una hija de puta!” (Fue demasiada directa y me dolió muchísimo, pero a veces…es necesario). Hay un espacio vacío, ahí donde vos ya no estás. Y sí, otra vez ese vacío me vuelve a inundar el alma, dejándome de cara al piso, haciéndome doler el cuerpo entero, ese vacío que se hace tan fuerte e insaciable cuando ya no hay nada más que hacer, cuando no hay amigos, trabajo, libros, música o charlas de por medio, ese vacío que me frustra y que por momentos no me deja respirar, por otros momentos se materializa en lágrimas y por otros en tener que salir corriendo a buscar un almohadón para contener los gritos. Ese vacío que, a veces, se transforma en una asociación constante con mi pasado, un pasado que sigue haciendo ecos en mi presente, ese vacío que me llena de incertidumbres, de preguntas sin respuestas y el efecto dominó termina en el miedo y en la no creencia. Le temo a las ausencias, le temo al abandono, le temo a lo maravilloso que es recibir afecto, temo permitírmelo, temo destruirlo, temo aniquilarlo. Creo que conozco de memoria esta sensación. Y sí, que me perdone la vida, que me perdone mi presente. Pero sigo buscando, inconscientemente, personas, cosas, recuerdos que siempre, por distintos motivos, me son familiares y me traen esa sensación conocida y paradójica a la que tanto le temo pero, a su vez, finalmente vencida, hago y permito que se apodere de mí por completo, sigo repitiendo la misma historia de un pasado que me vio nacer, que me conforma y me hace lo que soy, sigo atada a mi pasado y a sus secuelas. Secuelas que, ¡la puta madre!, te hacen más presente que nunca. Hoy me voy a dormir confundida entre muchísimas cosas lindas que de seguro las hay en este preciso momento, pero se me hace muy difícil verlas. Hoy me voy a conciliar el sueño en el cuerpo de alguien que le cuesta millones hacerse y dejarse querer. Hoy comienzo a tomar distancia. Hoy comienzo a recapitular y a tomar dimensión real de mis intentos fallidos y sus causas. Hoy comienzo a entender un poco más. Ya no sé quién es el culpable o el miedoso pero yo sólo intenté quererte, aunque no tenía ningún motivo. Aprender, siempre se aprende, siempre se crece. Creo que eso es lo único bueno. Aprendí tanto de vos y de todo lo que no hiciste. Me cansé de soportarte. No pudiste darme más que perdones, dudas, misterios y yo no puedo dejar de recordarte durmiendo en mi cama. Tengo tantas ilusiones rotas y amores sin medida. Me encuentro en tantas noches tristes y mañanas felices. Me encuentro con vos, como todos los días.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Gustavo Cerati - Corazon Delator (Once Episodios Sinfonicos)

Al descubierto

Y te sentís al descubierto porque des-cubriste tu amor. Vulnerable. Susceptible. Heridas en ese orgulloso sí mismo, que hoy será Otro. Ese mirar y la vergüenza de ser mirado, la pasión contenida que te hace temblar, la interrogación, ese recuerdo olvidado, ese nudo que te ata y no te ahorca...El amor ES y punto final, no existen palabras.
En palabras de Cerati:
"Ella parece sospechar, parece descubrir en mi debilidad los vestigios de una hoguera.
Oh!, mi corazón se vuelve DELATOR,
traicionándome.

Por descuido, fui víctima de todo alguna vez...
ella lo puede percibir, ya nada puede impedir en mi

fragilidad, es el curso de las cosas.
Oh!, mi corazón se vuelve delator, se abren mis esposas..."

miércoles, 1 de septiembre de 2010

“Tropezando con palabras que se han hecho duras y eternas como las piedras, hasta el punto de que es más difícil que nos rompamos una pierna al tropezarnos con ellas que romper una de esas palabras”

martes, 31 de agosto de 2010

La Transitoriedad



"Es incomprensible que el pensar en lo transitorio de la belleza afecte nuestro disfrute de ella. En lo que hace a la belleza de la naturaleza, el invierno la destruye cada año. Pero regresa al siguiente, de modo que, en relación con nuestras vidas podemos decir que es eterna. La belleza de la forma y el semblante humanos se desvanece para siempre en el transcurso de nuestras vidas, pero su transitoriedad les añade encanto. No porque una flor se abra durante sólo una noche nos parece menos bella. Tampoco puedo entender por qué la belleza y la perfección de una obra de arte o de un logro intelectual habrían de perder valor por su limitación temporal. Es posible que llegue una época en que las estatuas y los cuadros que admiramos se conviertan en polvo, o que nos suceda alguna raza de hombres que ya no entienda las obras de nuestros poetas y pensadores, o que llegue una era geológica en la que ya no exista la vida sobre la tierra. Pero, como el valor de toda esa belleza y perfección sólo existe en relación con el significado que tiene para nuestras propias vidas emocionales, no hace ninguna falta que nos sobreviva y es independiente de la duración absoluta"-.


Sigmund Freud


Esto me recuerda mucho al hecho de que muchas veces, lamentable y jodidamente, les damos valor a las cosas, o bien, adquieren mucho más valor aún del que tenían, aquel día en que las circunstancias de la vida, de la vida transitoria (por llamarlo a grosso modo), hacen que las perdamos y no las tengamos más con nosotros. Siempre me llamó la atención esta especie de paradoja humana, de instinto masoquista innato. Lo lindo (y a veces no tanto) es que, tal como lo dice Freudchi, la transitoriedad no afecta en absoluto aquello que es significativo para nuestra vida, el hecho de que las cosas no sean perdurables no les quita valor o significado. Lo lindo es eso, el saber que los valores humanos van mucho más allá de la muerte y el punto final de las cosas.

domingo, 29 de agosto de 2010

Androginia


JODIDO idealista Platón no?. Su filosofía está colmada de los mejores ideales que puedan caber en la psiquis de un ser humano. Por supuesto que él excedió como ninguno ese lugar (en el que uno idealiza cualquier cosa, persona o vínculo hasta hacerlo reventar en más de una oportunidad. CÓMO NOS ENCANTA!) que, si bien, no llega a ser anatómico ni tangible, tiene un peso ENORME para la realidad y se hace SENTIR lo cual, paradójicamente, lo vuelve tangible. Uno de los ideales más lindos, a mi parecer, que tuvo Platón y lo da a conocer claramente en una de sus obras (“El Banquete”) es el que habla sobre el amor. Él cuenta acerca de una pareja (no necesariamente hombre y mujer sino que había tres clases distintas de parejas: H+M; H+H; M+M. Obviamente, es sabido que el amor entre hombres era considerado EL mejor de todos, en fin, una pareja jjjaja), acerca de que una pareja se debe complementar (por Dior! Si lo tendremos metido en la cabeza a lo speech de Sprayette, es TAN actual), como si entre los dos pudieran llegar a formar una totalidad, una unidad, una sola cosa de la cual cada uno seria una parte, quedando anudados de alguna forma. El famoso mito de la media naranja, en palabras de Platón el mito del Andrógino, un ser primigenio al que no le FALTABA NADA, él era una totalidad, un uno, un ser completo que habitaba el mundo sin ningún tipo de preocupaciones, ni de deseos. Peeeero un buen día es divido en dos, por un agente de la ley, que condena a cada una de las partes a vagar por el resto de sus días en busca de la otra. Y así es, estamos condenados, vamos en búsqueda de la falta todo el tiempo. Eso es lo que nos hizo unos eternos deseantes insatisfechos (¡por suerte!), ya que el uno no deseaba porque lo tenía todo. El punto del meollo está en el momento en que los ideales pasan a ser el velo de nuestra mirada. Es muy importante tener en cuenta, partir de que cada ser humano es único e irrepetible, cada ser humano es un universo distinto de deseos, encantos, delirios, miserias, pasiones, ambiciones, etc., etc., etc. y no por ello hay que someterse al ideal del otro porque lo más grave de eso es mentirse a uno mismo y dejar lo que somos de lado. Todos nosotros damos cuenta de ello cada día, en cada decepción, en cada caída a la realidad (a la velocidad de la luz…¡FUERTE!). Damos cuenta de la imposibilidad de volver a encontrar lo que nos falta. No somos una copia del otro, somos diferentes (se los re-cu-er-do!) y aquí claro…¡bienvenidos los problemas!. Es bueno saber que lo que para uno vendría a ser lo más ideal a tu partenaire no le es nada fácil discernirlo. La función del ideal (“mentime que me gusta” es una de mis frases de cabecera) es, justamente, ocultar, tapar lo real. Lo real que tapa el mito del Andrógino, en este caso (esto de complementarse con el otro) es la diferencia. Y, por cierto, reitero…es un MITO. Lo interesante de la diferencia es que pone en primer plano a lo más profundo de cada ser, a lo más particular y privado, es que te deja totalmente al desnudo, vulnerable e indefensa y si no te gusta ¡jodete!...”Hacete cargo”, me dijo Fran hace poco mientras sentada en la silla, en frente de ella, la miraba tan tarada o qué mejor que Charly y su “Bancate ese defecto”. Y eso es lo que más inconvenientes trae porque da mucho miedo. Moraleja: Aceptar la diferencia, que aquella división original del uno por más fea y dolorosa que suene es irreversible, que no somos todo para el otro, que nuestro partenaire tiene otros deseos mas allá de nosotros, que uno más uno no es UNO Arjona y lpmqtp! (dejá de enfermar a la gente) sino que son DOS sujetos que se desean y también desean otras cosas. He dicho!

miércoles, 5 de mayo de 2010




ESTOY...en una montaña rusa emocional. Al borde del vómito.

martes, 4 de mayo de 2010

Ana Ná


Ananá: Fruto carnoso, claramente tropical. No acepta cualquier tipo de suelo, sólo los que cuenten con un profundo e intenso drenaje de histeria, machismo, egocentrismo y soberbia, pues el exceso de estos factores terrestres y humanos pueden llevar a la irritación y podredumbre de sus raíces. Exige buenas concentraciones de demencia, delirio, inteligencia, honestidad, respeto, reflexión crítica y auto-crítica, diversión, energía positiva, cultura musical, buen perfume, besos violentos y mimos cachondos y cantidades limitadas de romanticismo (nunca viene mal...de vez en cuando una cena a la luz de las velas y unos buenos chocolates acompañados de una buena peli y mucho calor corporal), pesimismo y mal humor.
No tolera la ignorancia, la injusticia, la mediocridad, la "subestimación" de cualquier tipo y el pre-juicio, la incapacidad de reflexionar, la incapacidad de actuar y, por lo tanto, la incapacidad de asumir los problemas y hacerse cargo, el hambre de valores, la mentalidad primitiva., la idiotez, el ser humano predecible carente de sorpresa y la mentira.
Requiere de miradas cómplices, del entendimiento sin explicación, es decir, de un lenguaje ( c ó d i g o) común y de mucho amor (del bueno!) para fructificar. La pulpa del ananá es firme y flexible, las hojas se pueden arrancar de un fuerte tirón y su aroma es una droga letal para el sexo opuesto. Su espíritu es inquieto, nómade, pocas cosas lo atan y otras cuantas lo hacen huir de ellas. Espíritu en búsqueda del deseo que gira en espiral.
No se recomienda: probarlo para pasar el rato y cambiarlo, por ejemplo, por una uva toda achicharrada y flácida. No es conveniente, se las ingeniará de cualquier manera para que tu ego termine en mil pedazos :) (danger!)

domingo, 28 de marzo de 2010

El Mundo

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los
colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.




Eduardo Galeano

jueves, 25 de marzo de 2010




Abrázame y muérdeme. Llévate contigo mís heridas.
Aviéntame y déjame. Mientras yo contemplo tu partida, en espera de que vuelvas y tal vez vuelvas por mí.
Y ya te vas...qué me dirás, dirás...qué poco sabes tú decir.
Despídete, ya no estarás. Al menos ten conmigo esa bondad.
Te extrañaré no mentiré, me duele que no estés y tú te vas.
Amárrame y muérdeme, llévate contigo mis heridas.
Murmúrame y ládrame, grita hasta que ya no escuche nada.
Sólo ve cómo me quedo aquí esperando a que no estés.
En espera de que vuelvas y tal vez vuelvas por mi...

miércoles, 24 de marzo de 2010


Del derecho y del revés uno solo es lo que es y anda siempre con lo puesto. Nunca es triste la verdad...lo que no tiene es remedio. Y no es prudente ir camuflado, eternamente por ahí Ni por estar junto a ti ni para ir a ningún lado.

viernes, 5 de marzo de 2010

Escrito hace un tiempo atrás ...

La búsqueda de paz y la toma de distancia, a veces, aturde.

Tanto silencio me aturde. En otras palabras, la misma búsqueda de paz, el desentenderse un poco de la ciudad y de su ritmo fugaz me inquieta, me angustia.

El silencio deja de callar. Pasa de enmudecer el ambiente a llenarlo de gritos. Salgo un rato a despejarme pero no logro conectarme con el mundo, sigo en otra sintonía, en otro lugar…Entonces, aturdida y algo acelerada se que es el momento de enfrentarlo.

El silencio y la sensación de soledad que conlleva no me gusta. Siempre que puedo, trato de escaparme de ella. Aunque esta vez, intento descubrir y saborear el origen de este silencio gritón.

Quiero concentrarme. Necesito concentración. Necesito volver a mi eje, encontrarme.

Los gritos se sienten y se perciben como una película que va desde los colores más brillantes hasta lo más nítido del blanco y el negro. Mi vida entera está gritando. Y, creo, que es momento de hacer algo por ella. Porque no la estoy disfrutando como quisiera y debería.

Me angustia, por ejemplo, ver a mis padrinos (soles de mi vida entera!) ya grandes. Me angustia ser consciente de que algún día no van a estar más y hasta me aterra pensar en ello.

Me angustia ser consciente de que la mortalidad también me atraviesa y, por ende, también es mi problema. Me angustia, puntualmente, la incertidumbre. El no-saber qué?. Qué hay después de la muerte?.

Me angustia ser consciente de que algunos de mis seres más amados eligen vivir la vida de una manera muy vacía e infeliz. Me angustian sus elecciones. El ver tantas veces destruir la felicidad que tienen entre sus manos cual pisada de borcego militar, me angustia. Ser consciente de ese tipo de comodidades, es decir, la incapacidad de reflexionar, la incapacidad de actuar y, por lo tanto, la incapacidad de asumir los problemas y hacerse cargo. La incapacidad, por voluntad propia, de hacer de sus propias vidas algo rico y virtuoso me angustia.

La impotencia, el aceptar la ceguera (reitero, a veces, voluntaria) de los otros. Me angustia. Porque no me resigno tan fácilmente.

Me angustia aceptar mi propia identidad. Me refiero al hecho de tener que aceptar que soy parte de alguien incapaz de asumir la realidad y hacerse cargo de ella. Otro alguien más cegado de infelicidad. Sí, mi propio padre.

Me angustia la “revolución” sexual en la que vivo. El hambre de valores que desnutre cada día a mi sociedad. Me angustia la idiotez, la falta de respeto y amor en la que estamos sumergidos.

Y, lo peor de todo, me angustia reflejarme en estas mismas líneas. Me angustia mi propia incapacidad, ineficiencia, ceguera y sordera, en fin…mi propia comodidad ante mis problemas existenciales.

Me angustia mi miedo a crecer. Estuve estancada, paralizada, en compañía de todo esto que, de a poco y por suerte, fue dando a luz. Sin entregarme a vivir la vida como quisiera y debería.

Sí…frases trilladas si las hay!, “crecer duele”. Crecer ANGUSTIA. Crecer significa, muchas veces, romper ideales. Esos ideales que uno trae desde chico. Romper con la mamá, el papá ideal. Con la vida ideal. Incluso con la Ana Clara ideal, perfecta y apoyar los pies un poco más sobre la tierra, en LA REALIDAD.

Aceptar lo que uno es.

Aceptar lo que uno puede dar. Y, en especial, lo que uno NO puede dar y/o hacer. Y, esta, creo, es la parte más difícil. Porque acá se trata de resquebrajar, romper, despedazar un poco los ideales que uno carga y eso es lo que más angustia. Bajar a la realidad.

Y, finalmente, creo que este proceso está llegando a su fin. Mi miedo a crecer y, en consecuencia, a dejar un poco de lado mis ideales infantiles, va desapareciendo. Mis pequeñas angustias dieron lugar a mi gran angustia, mi estancamiento o, simplemente, cedieron lugar a mi miedo a crecer.

De hecho creo que, como ser humano que soy, crecí mucho. Pude VER que para ser feliz es necesario agrietar un poco los ideales personales y no ser tan exigentes con ellos. Creo que es un…enorme paso!.

Ahora solo me falta abrirle la puerta a “la vida” por llamarlo de algún modo. Enfrentarla cual bebé recién nacido. Exprimirla en el más rico de los sentidos. Y, por sobre todas las cosas…amarla.

Dicho de otra manera y, citando a Serú:

“Mientras miro las nuevas olas…yo, ya soy parte del mar!”.

lunes, 1 de marzo de 2010

Ondas Concéntricas


Todos nosotros creamos, a menudo en forma no intencional y sin tener conciencia de ello, círculos concéntricos de influencia que pueden afectar a los demás durante años o incluso generaciones. El efecto que tenemos sobre los demás se transmite , a su vez, a otros del mismo modo en que los círculos concéntricos que se producen al arrojar una piedra a un estanque se siguen expandiendo, aun cuando ya no sean visibles para nosotros.
La idea de que podemos dejar algo nuestro aunque no vayamos a estar ahí para verlo por ejemplo ofrece una potente respuesta a los que afirman que la falta de sentido es la conclusión necesaria de nuestra finitud y transitoriedad.

Annica, Annica, Annica! la transitoriedad es permanente. El concepto de ondas concéntricas se refiere a dejar algo de la propia experiencia de vida. Algún gesto, algún buen consejo, alguna guía, algún consuelo a los demás, sabiéndolo o no.

Algo nuestro persiste...por más que nosotros no lo sepamos ni percibamos!

lunes, 8 de febrero de 2010

Susurro psicoterapeutico


"Te conmino a que no te distraigas. Más bien, disfruta del despertar. Aprovéchalo. Detente y observa la fotografía que te muestra cuando eras más joven. Deja que el momento de tristeza te invada y demórate en él; saborea su dulzura, además de su amargor.
No olvides que mantenerte consciente de la muerte, abrazarte a su sombra, es una ventaja. Tal conciencia puede integrar la oscuridad a tu chispa vital y realzar lo que te queda de la vida. La manera de valorar la vida, la manera de sentir compasión por los demás, la manera de amar cualquier cosa con más profundidad es ser consciente de que estas experiencias están destinadas a perecer".

(IY).

Con claras y lógicas resistencias. Así fue como la terapia peleo contra ellas y dio a luz algo totalmente inconsciente. El (mi) miedo a la pérdida, a la muerte. Un tema que atraviesa al ser humano. Cómo vérnoslas con eso está en la base de todas las vivencias, experiencias, creencias, formas de ser, de vivir, de responder, de reaccionar. Cada loco con su tema.
Creo que fue una buena experiencia terapéutica y me dieron ganas de contarla.

miércoles, 27 de enero de 2010

La lección de la flor del cerezo




Me detengo y mi memoria se llena de flores de cerezo.

Sigo andando y resbala de los ojos al alma su perfume.



Las flores del cerezo suelen caer muy pronto. La flor del sakura (cerezo) es delicada y con el viento enseguida cae. Así, se puede disfrutar de su belleza y al caer en su plenitud, no da tiempo a verla marchitar. Esto guarda relación con parte del código samurai en Japón. Es más, el emblema de los guerreros samurai era la flor del cerezo. La aspiración de un samurai era morir en su momento de máximo esplendor, en la batalla, y no envejecer y "marchitarse", como tampoco se marchita la flor del cerezo en el árbol.


Los cerezos no solo significan la transitoriedad de la vida, sino el renacer, el florecer, después de haber superado obstáculos o mejor dicho de haberlos transformado.


Tienen un significado muy importante para los japoneses. Más allá de que, al florecer, representen el comienzo de la primavera, la lección o, mejor aún, la moraleja de la flor del cerezo es: "Saborear la vida mientras puedes". Cuando, a su vez, nosotros HUMANOS recién aprendemos a tener en cuenta ciertas (grandes) cosas de la vida cuando ya es demasiado tarde. ¿Paradójico, no?

viernes, 22 de enero de 2010

Los Yoes que conviven en mi interior .


Danger ! :

Si ,directamente, con mi Yo no te llevabas bien, agassshate porque llegué a la conclusión de que en mi subjetividad o, si se quiere, mi sujeto está habitado por muchos Yoes y se hace difícil la convivencia.

¡He dicho! (típica frase para finalizar algo en donde una, claramente, no quiere hacerse cargo).

"En Así hablaba Zaratustra, Nietzsche imaginó a un anciano profeta que, en la plenitud de su sabiduría, decide bajar de lo alto de la montaña y compartir lo que ha aprendido con los demás. Entre todas las ideas que predica, hay una que considera "el más poderoso de mis pensamientos": el concepto del eterno retorno. Zaratustra plantea un desafío: si tuvieras que vivir la misma vida una y otra vez por toda la eternidad, ¿en qué cambiarías? Las escalofriantes palabras que reproduzco a continuación son su primera descripción del expensamiento: y cada suspiro, todo lo indescriptiblemente pequeño y grande de tu vida, todo, en la misma sucesión y secuencia, incluso esta araña, esta luz de luna entre los árboles, aún este momento y a mí mismo. El eterno reloj de arena de la existencia se da vuelta una y otra vez y tú con él, ¡oh, mota de polvo!" ¿No te arrojarías acaso al suelo y rechinarías los dientes y maldecirías al demonio que así te habló? ¿O experimentarías una tremenda sensación que te llevara a responderle: "eres un dios y nunca oí cosa más divina que esa"? Si esta idea se apoderara de ti, te cambiaría, o, quizá, te aplastaría." Experimento del "eterno retorno". Suelo leérselas en voz alta a mis pacientes. Trata de leerlas tú en voz alta:"¿Qué ocurriría si algún día o alguna noche, un demonio llegara a ti, en lo más solitario de tu soledad, y te dijera: "deberás vivir la vida, tal como la vives, una e innumerables veces más; y no habrá nada nuevo en ella, sino que tendrás que volver a sentir cada dolor y cada gozo, cada pensamiento y cada suspiro, todo lo indescriptiblemente pequeño y grande de tu vida, todo, en la misma sucesión y secuencia, incluso esta araña, esta luz de luna entre los árboles, aun este momento y a mí mismo. El eterno reloj de arena de la existencia se da vuelta una y otra vez y tú con él, ¡oh, mota de polvo! ¿No te arrojarías acaso al suelo y rechinarías los dientes y maldecirías al demonio que así te habló? ¿O experimentarías una tremenda sensación que te llevara a responderle: "eres un dios y nunca oí cosa más divinal que ésa"? Si esta idea se apoderara de ti, te cambiaría, o, quizá, te aplastaría.

La idea de vivir tu propia vida en forma idéntica una y otra vez puede ser conmocionante, una suerte de pequeña terapia existencial de choque. A menudo, sirve como experimento de pensamiento que pone las cosas en perspectiva, llevándote a evaluar cuán seriamente viviste tu vida. Como el Fantasma de las Navidades Futuras, aumenta tu conciencia de que tu vida, tu única vida, debe ser vivida bien y a fondo, acumulando tan pocos motivos de arrepentimiento como sea posible. Así, Nietzsche nos sirve de guía, alejándonos de la preocupación por los asuntos triviales y acercándonos a la meta de vivir con vitalidad. No se producirá un cambio positivo en tu vida mientras te sigas aferrando a la idea de que la razón por la cual no vives bien está fuera de ti. Mientras insistas en adjudicarle la responsabilidad a quienes te han tratado injustamente - un esposo brutal, un jefe exigente y poco dispuesto a respaldarte, malos genes, compulsiones irresistibles -, tu situación seguirá estancada. Tú, solo tú, eres el responsable por los aspectos cruciales de tu situación en la vida. Y aun si debes enfrentar abrumadores obstáculos externos, tienes la libertad de qué actitud adoptar ante ellos. Una de las frases preferidas de Nietzsche era amor fati, "ama tu destino". En otras palabras, "crea un destino que puedas amar".


"Mirar al sol", Irvin Yalom.