martes, 1 de diciembre de 2009
Mi libre albedrío le habla, le habla, le habla a tu corazón
La vida debería ser algo así como "LA" diversión para cada uno. La vida puede ser TAN pura. Empuñen el día con una sonrisa grande y feliz sobre sus caras y cada día quizá llueva...sí, nieve o truene, lo que no va a cambiar mi actitud en absoluto (y espero que la de ustedes tampoco) porque vivir se hace más fácil si cada uno de nosotros lleva consigo mismo, en algún rinconcito, una sonrisa guardada. Es así, positive vibration!...piensa bonito, vendrá bonito. Me gusta el reggae, me gustas tú. Es algo así como cuando se te eriza la piel y sabes que el reggae ya es un estilo de vida. Me gusta ir más allá, no me atrae lo que ya me sea conocido y familiar. Estoy cansada de cierto estereotipo masculino (particularmente de aquella imagen mental muy simplificada y con pocos detalles como lo es el cerebro del hombre PAJA), como dijimos con Fran alguna vez...mientras charlabamos del tema: "Necesito una amiga en hombre y que se pueda toquetear!" (no, no es un trava!, sería algo así como mi más mejor amigo). Y me pongo sensible con los besos del pasado...
Las cosas buenas de la vida pasan justo cuando menos te lo esperas...por eso son buenas!. La vida solo tiene sentido si se la vive intensamente (frases hechas, si las hay...pero de eso estoy más que segura). No hay nada más lindo que la espontaneidad de los buenos momentos! y que así sea siempre!!.
AMO A MIS AMIGOS Y AMIGAS (MUJERES DEL DEMOOOONIO!)POR SOBRE TODAS LAS COSAS!Animensé siempre, sabían que el miedo significa, en verdad, que deseas mucho eso??, bueno tenganló en cuenta!, jueguensé siempre no da llegar a viejo y quedarse con la duda - ¿Y que hubiese pasado entonces...?-, Nos sobran los motivos!. Punto y aparte. Bueno sí!, que más quería expresarles?...ah sí!, que el reconocimiento del error propio nos hace fuertes, creíbles, confiables y respetables. No es fácil llegar a la objetividad necesaria para revisar creencias, cánones, reglas, normas y principios que muchas veces están muy enraizados en nuestra formación cultural. No es fácil, pero merece la pena hacer el esfuerzo, y sobre todo, es preciso tener la mente lo suficientemente ABIERTA como para corregir sin derrumbarse interiormente, para modificar opiniones sin sentirse como un traidor a su historia y para aceptar que esa actitud madura no contará con la aprobación de los omnipotentes y soberbios.La duda no puede ser el estado permanente en nuestra existencia, pero la total certeza tampoco puede constituir nuestra forma de vida habitual. Quien está siempre demasiado seguro tiene grandes riesgos de crearse una burbuja donde todo es como "debe ser" y no como realmente es.
A los humanos nos gustan las teorías de "la conspiración del mundo contra nosotros", y explicamos nuestros errores poniéndonos siempre en la mejor vereda. Cuánto más poder, más daño. Y es ahí donde los pueblos necesitan una disculpa. Oír que un gobernante admite un error (suyo o de su administración) no cura los problemas ocasionados por el paso en falso, pero al menos da la pauta de que se admite "la enfermedad social". Mientras tanto los sensatos que en el día a día forjan su cambio de vida, seguirán reconociendo sus yerros y aprendiendo de ellos para no repetirlos. Sin autocompasión, sin falsa vergüenza, sin torpe orgullo, con la fuerza del aparentemente débil, con la valentía del que no tiene miedo de pronunciar, más allá de tontos formalismos, la mágica frase: "Perdón, me equivoqué".
ERRABUNDEO
lunes, 30 de noviembre de 2009
Culturalmente histéricos ?
jueves, 26 de noviembre de 2009
Onda vaga (Amén!)
sábado, 21 de noviembre de 2009
miércoles, 18 de noviembre de 2009
martes, 17 de noviembre de 2009
Una conchuda pero con gracia .
lunes, 16 de noviembre de 2009
Una perspectiva filosófica .
viernes, 13 de noviembre de 2009
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Vete leyendo...
lunes, 9 de noviembre de 2009
¿En qué consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente?
Ponerte en el lugar del otro es hacer un esfuerzo de objetividad por ver las cosas como él las ve, no echar al otro y ocupar tú su sitio...O sea que él debe seguir siendo él y tú tienes que seguir siendo tú. El primero de los derechos humanos es el derecho a no ser fotocopia de nuestros vecinos, a ser más o menos raros. Acabo de emplear la palabra "derecho" porque gran parte del difícil arte de ponerse en el lugar del prójimo tiene que ver con eso que desde muy antiguo se llama justicia. La virtud de la justicia, o sea: la habilidad y el esfuerzo que debemos hacer cada uno -si queremos vivir bien- por entender lo que nuestros semejantes pueden esperar de nosotros. (...) Para entender del todo lo que el otro puede esperar de ti no hay más remedio que amarle un poco, aunque no sea más que amarle solo porque también es humano...y ese pequeño pero importantísimo amor ninguna ley instituida puede imponerlo. Quien vive bien debe ser capaz de una justicia simpática, o de una compasión justa.
jueves, 29 de octubre de 2009
Tendrás que pensártelo
Me quedo pues con la pregunta acerca de cómo vivir mejor. (…) En cuanto a la respuesta, me temo que no vas a tener más remedio que buscártela personalmente.
Y eso por tres razones:
a) Por la propia incompetencia de tu improvisado maestro, o sea yo. ¿Cómo voy yo a enseñar a vivir bien a nadie si sólo acierto a vivir regular y gracias? Me siento como un calvo anunciando un crecepelo insuperable…
b) Porque vivir no es una ciencia exacta, como las matemáticas, sino un arte, como la música. De la música se pueden aprender ciertas reglas y se puede escuchar lo que han creado grandes compositores, pero si no tienes oído, ni ritmo, ni voz, de poco va a servirte todo eso. Con el arte de vivir pasa lo mismo: lo que puede enseñarse le viene muy bien a quien tiene condiciones, pero al “sordo” de nacimiento son cosas que le aburren o le lían aún más de lo que está. Claro que en este campo la mayoría de los sordos suelen serlo voluntariamente…
c) La buena vida no es algo general, fabricado en serie, sino que sólo existe a la medida. Cada cual debe ir inventándosela de acuerdo a su individualidad, única, irrepetible…y frágil. En lo de vivir bien, la sabiduría o el ejemplo de los demás pueden ayudarnos pero no sustituirnos…
La vida no es como las medicinas, que todas vienen con su prospecto en el que se explican las contraindicaciones del producto y se detalla la dosis en que debe ser consumido. Nos la dan sin receta, la vida, y sin prospecto. La ética no puede suplir del todo esa deficiencia porque no es más que la crónica de los esfuerzos hechos por los humanos para remediarla. (…) Por eso he renunciado a darte una serie de instrucciones sobre cuestiones concretas: que si el aborto, que si los preservativos, que si la objeción de conciencia, que si patatín o que si patatán. Ni mucho menos he tenido el atrevimiento (¡tan repelentemente típico de quienes se consideran “moralistas”!) de predicarte en tono lastimero o indignado sobre los “males” de nuestro siglo: el consumismo, ¡ah!, la insolidaridad, ¡eh!, el afán de dinero, ¡oh!, la violencia, ¡uh!, la crisis de valores, ¡ah, eh, oh, uh! Tengo mis opiniones sobre esos temas y sobre otros, pero yo no soy “la ética”: sólo soy papá. A través de mí, la ética lo único que puede decirte es que busques y pienses por ti mismo, en libertad sin trampas: responsablemente. He intentado enseñarte formas de andar, pero ni yo ni nadie tiene derecho a llevarte en hombros. ¿Acabo con el último consejo sin embargo? Ya que se trata de elegir, procura elegir siempre aquellas opciones que permiten luego mayor número de otras opciones posibles, no las que te dejan cara a la pared. Elige lo que te abre. Por lo demás, ¡suerte! Y también aquello otro que una voz parecida a la mía te gritó aquel día en tu sueño cuando amenazaba arrastrarte el torbellino: ¡confianza!
“Adiós, amigo lector; intenta no ocupar tu vida en odiar y tener miedo”